La Rubia

Entre velas y dados

Como surrealismo sebastianismo

Mi espera

Pasa y la angustia y desesperación invade mi ser para poco a poco ir formando una fobia a la espera que solo una persona que da alas puede terminar, pero hasta que no cese se forma en mi un miedo a perder eso que no se tiene, ósea eso a lo que se espera.
Lo trágico es que a medida que se alarga la espera se forma en mi interior una sombra oscura y espesa que me dice: -“ Por que esperar y no buscar algo mejor, algo más fácil de conseguir”, pero instantáneamente una luz mucho superior aparece y la erradicarla diciendo: -“No hay nada que buscar, porque lo que espero es lo mejor ya que no hay nada mejor que una casi total comprensión, algo que al tan solo ver, sentir o escuchar te hacen sentir pequeño ante tanta majestuosidad o perfección que podrían y consiguen hacerme desear cambiar lo necesario para poder terminar esta torturadora espera, esta espera que me mata en oscuras tinieblas de angustias del no saber que sucederá”.

El miedo de pensar que mi espera se trunque vana debido a la aparición de otro aguardarte posiblemente mucho mejor y tal vez más merecedor que yo, se apodera de mí y me destruye, haciendo reaparecer a la sombra que a la vez hace aparecer a la luz para erradicarla.

La espera

¿Sirve y es del todo positivo esperar lo necesario por lo deseado?
-En caso propio el temor al tiempo y las largas esperas provocan una inconsciente fobia que podría destruir lo mas preciado y querido, ya que las esperas nunca han terminado como se esperaba y el tiempo se ha dedicado a que incluso el amor que se sentía por algo o alguien se convierta en un profundo rencor doloroso que poco a poco va marchitando la esperanza de lo próximo, lo que provoca un miedo a perder lo que se espera al tan solo escuchar la palabra tiempo, desencadenado una cadena que hace seguir al miedo a su fiel compañero la angustia, y a este la duda y la inseguridad, creando un conflicto emocional que podría hacer colapsar al individuo del dilema

La reyerta del YO SÉ

Que sucede cuando dos o más individuos que creen siempre tener la razón se encuentran en fiero debate por la supuesta teoría correcta.
Esto empezara con un sencillo intercambio de simples ideas que se convierten en una escala de complejidad, pero sin revelar la idea principal de la teoría que fundamentan, ya que es esta la que los tiene convencidos de que tienen la razón y que son victimas de la circunstancia y del momento.

Luego la paciencia siente una decreción en su resistencia dandole la posta a un mal humor que ya se va haciendo un sitio en el salón. Frases con juegarretas para la inteligencia contraria y diversas modulaciones de voz, se van volviendo un guión reiterado y aburrido pero que es ciertamente constante, que en tono de gritos rompen el silencio sepulcral que poco a poco hizo su aparición y se que hace sentir por cortos lapsos de tiempo en que se dedica a camuflar la falta de argumentos entre fuertes truenos despectivos entonados. Los quiebres de voz hacen una caótica entrada acompañada de unos ojos llorosos y un rocío humano que se desliza en el rostro dando un aspecto de debilidad que provoca una sensación de victoria y triunfo al resto de los participantes del debate.

Esto podría terminar ya en cualquier momento sea con el repentino arrepentimiento de una de las partes o porque se llega a un acuerdo para una idea común que generalmente es mejor que todas las ideas expuestas ya que podría ser una fusión de los puntos de vista de todas lo cual hace que sea superior a todas por las que empezó el debate.
Pero esto también podría terminar de una irritante y hostil forma, sin conclusión ya que todas las ideas prevalecieron devido a que todas las orgullosas partes utilizaron argumentos como la injusta justicia, el olvidado respeto, los derecho y los deberes y aunque creen haber ganado el debate lo único que hacen es escapar momentáneamente del problema dejándolo latente para que vuelva a surgir cunado se le antoje.

Don Pepe?, Ramon Valdez o Don Ramon?

Mmmm, mmmm, ahí ta’ doña Treme, últimamente no se si esta esperando el bus o esta buscando chamba; dice susurrando mientras mira a otro lado haciéndose el loco don Pepe cuyo verdadero nombre es Ramón Valdez mas conocido como Don Ramón para los seguidores del Chavo del 8. Don Ramón un actor reconocido en su país se peleó con Chespirito, el productor de la serie y se mudo a un barrio que no se puede decir que es de lo más elegantes de la ciudad, si es que se le puede llamar ciudad a eso a lo que se mudo.
Sin trabajo y sin dinero Don Ramón cayo en una depre súper archi recontra profunda y como todo personaje débil de película se empezó a meter de todo (bueno no de todo porque en su época no había pepas), y bueno lo digo así para no decir que es un droga andante, es que breda, Albert Pla y Charly García quedaban como un Muy Muy chancado al lado de este súper malogrado proveedor, agricultor y diller del pueblo en creación David Beckham.
Dije pueblo no??, ja ja ja osea ja, aunque esa era la meta final, durante el proceso de desarrollo el lugar era uno de los antros mas populares de un país pequeño en África cuyo nombre tan largo no recuerdo como pronunciar, lo que hoy deben ser bares en la época de Don Ramón tenían unos grandes carteles en las puertas que decían 3x2 (puta + hierba + coca x 2 horas). Un recuerdo de esos tiempos es Doña Treme que ve menos de lo que atrae físicamente ya que no se da cuenta, que don Pepe como lo conocen todos los del lugar (porque solo nosotros sabemos que en realidad es el supuesto difunto Ramón Valdez), se hace el loco pasando mirando el suelo como si fuera ciego, para no tener que pagarle unos favores que la doña le hizo para navidad.

Esta vez se ha salvado como siempre la pobre vieja ciega como M. Magoo no se ha dado cuenta que el ciego sin bastón que paso no es más que su cliente más frecuente y a la vez el mas deudor, a lo mejor ya todo es una relación de amor de esas raras tipo culebron ya que siempre terminan igual, mmm y no solo para navidad.