Que sucede cuando dos o más individuos que creen siempre tener la razón se encuentran en fiero debate por la supuesta teoría correcta.
Esto empezara con un sencillo intercambio de simples ideas que se convierten en una escala de complejidad, pero sin revelar la idea principal de la teoría que fundamentan, ya que es esta la que los tiene convencidos de que tienen la razón y que son victimas de la circunstancia y del momento.
Luego la paciencia siente una decreción en su resistencia dandole la posta a un mal humor que ya se va haciendo un sitio en el salón. Frases con juegarretas para la inteligencia contraria y diversas modulaciones de voz, se van volviendo un guión reiterado y aburrido pero que es ciertamente constante, que en tono de gritos rompen el silencio sepulcral que poco a poco hizo su aparición y se que hace sentir por cortos lapsos de tiempo en que se dedica a camuflar la falta de argumentos entre fuertes truenos despectivos entonados. Los quiebres de voz hacen una caótica entrada acompañada de unos ojos llorosos y un rocío humano que se desliza en el rostro dando un aspecto de debilidad que provoca una sensación de victoria y triunfo al resto de los participantes del debate.
Esto podría terminar ya en cualquier momento sea con el repentino arrepentimiento de una de las partes o porque se llega a un acuerdo para una idea común que generalmente es mejor que todas las ideas expuestas ya que podría ser una fusión de los puntos de vista de todas lo cual hace que sea superior a todas por las que empezó el debate.
Pero esto también podría terminar de una irritante y hostil forma, sin conclusión ya que todas las ideas prevalecieron devido a que todas las orgullosas partes utilizaron argumentos como la injusta justicia, el olvidado respeto, los derecho y los deberes y aunque creen haber ganado el debate lo único que hacen es escapar momentáneamente del problema dejándolo latente para que vuelva a surgir cunado se le antoje.
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